sábado, 13 de mayo de 2017

Que nos salven a nosotros los conmovidos

Hay corazones que están hechos para que los toquen, hay corazones débiles, incapaces de acelerarse ellos solos.

Suelo hablar de los corazones sin hogar, los corazones que escapan, que sin siquiera estar seguros de que ya han sido abandonados se impulsan a encontrarse ellos mismos sobre cartones en calles que no llevan a ningún lado, espacios en los que se apagan las luces después de las doce optando por creer que ya no queda nadie.
Después de las doce todos duermen.


Que nos salven a nosotros que no sabemos amar pero lo intentamos de todos modos, automedicarse está mal aunque se sienta bien.


Recorremos mares y tierras, 
buscamos,

andando igual no nos encontramos,
pero andamos

y andamos hasta que nos damos cuenta de que las suelas las tenemos todas sucias.

sábado, 8 de abril de 2017

Anoche, no fue sólo otra noche

Es sólo otra noche, pero no se siente como simplemente otra noche, es completamente distinto ahora. Dejé de verlo todo negro cada vez que cerraba los ojos y no quiero verlo todo negro nunca más.

No te voy a mentir, me gusta presenciarte así cada que cierro los ojos, siendo arrastrado, como barco perdido tambaleándose en aguas desconocidas hasta mi semblante y te espero, impaciente, con los ojos irritados de tanto llorar a mares, mares en los que ahora te hundes.

Decido creerte

que a pesar de todo

llegarás,

casi sin miedo

me ilusiono

y te plasmo

en cada una de mis realidades.



Anoche, no fue sólo otra noche.
No tendré simplemente otras noches iguales a otras mil noches nunca más, porque apareciste, y no soy capaz de cerrar los ojos sin morirme de las ganas de abrirlos de nuevo
solo para verificar
que no has llegado.

martes, 28 de marzo de 2017

Vértigo

Hace falta caer

para comenzar a creer 

en el vértigo,


también 

hace falta caer

para comenzar a entender

que a veces

los fondos 

donde el vértigo promete

chocarás,
morirás,




no se alcanzan nunca.

                             

Perder el control

Mi madre me compró un té que "ayuda con la ansiedad, el nerviosismo, y la depresión", entonces pensé que era ideal para cualquier noche en que me sintiera inquieta, desde que lo tengo fue que comencé a tomar conciencia de que lo necesito casi todas las noches.



No estoy acostumbrada a estar en el limbo, siento que floto, que me hundo, y busco hundirme más y más voluntariamente, pero al mismo tiempo, de segundo plano, siento que lo último que tengo en esta vida es voluntad. No te voy a mentir, siempre me ha gustado sentir todo muy fuertemente, sentir que quemo, sentir que toco el borde, tener vértigo, náuseas y luego retractarme, débil, pero con el sabor amargo en la boca, el sabor amargo que representa estar tan viva.

Pero entonces perdí el control,


y no consigo el camino para retractarme, y el sabor amargo es algo que nunca cede, y me siento tan viva que casi puedo predecir mi muerte.

lunes, 6 de marzo de 2017

Si estuvieras aquí

Si tuviera yo la oportunidad de darte todos los abrazos que alguna vez has necesitado, ni preguntaría.

Si tuviera yo la oportunidad de susurrarte los límites del cariño al oído mientras lloras, ni preguntaría.

Si tuviera yo la oportunidad de rozarte la piel, calentarte el aliento, soplarte las pestañas cuando se te metan en los ojos, secarte las lagrimas, verte directo al alma, acariciar tus vergüenzas, explicarte lo relevante que eres solo por haber nacido sin que se me corte la voz, contarte los latidos, decir tu nombre todas las mañanas, y tardes, y noches, en voz alta, y que me escuches, no, no preguntaría, ni pediría permiso.

Si tuviera yo 
la oportunidad,
tenerte así de cerca, 
no pediría permiso jamás.


Sin siquiera haberte visto directo a los ojos una sola vez en mi vida, me pregunto, cómo es que soy capaz de saber, de sentir dentro, que conozco cada sensación, que te percibo por dentro, que me conecto, y creo que no entiendes cuánto.

Parece mentira, porque aun sin saber cómo es el tono de tu voz, yo ya estaba dispuesta a entregártelo todo, pero es que así soy, quiero lo suficiente y lo innecesario, y esa es la irrevocable verdad.


Si estuvieras aquí, ni preguntaría, porque mi corazón ya lo sabe todo.

viernes, 11 de noviembre de 2016

Aprender a estar solo

Entre las perspectivas existentes concluyo que jamás seré capaz de definir lo correcto tal como pretende ser para cada individuo por separado.


Relacionarse es complejo porque así lo hemos decidido, y despertamos todas las mañanas  protestando indirectamente lo mucho que es capaz de afectarnos.
El secreto es que somos capaces de todo, expresarnos de cualquier manera, decidimos estudiar a las personas, nos obsesionamos, nos vemos a los ojos entre nosotros mismos y no entendemos. Nos pensamos únicos en el mundo y escogemos creer que todo es demasiado complejo fuera de nosotros mismos cuando, en realidad, no hay nada que no se haya sentido o conocido antes, nos hundimos, ciegos, en la creencia de no entender nada, creemos no entender nada, cuando lo que sucede es que no somos capaces de soportar el hecho de que podemos, de hecho, entenderlo todo, y nos da pavor.

Frente a las infinitas perspectivas en pie, mi persona ha concluido que puede existir una manera sencilla de relacionarse, propongo la idea de querer a las personas, sin necesidad de limitar lo que esté sucediendo, así, simple, querernos simple, sin miedo a los tabús ni a los defectos generales, más allá de lo correcto, repito, querernos simple y luego, para cuando se comience a lastimar a una persona, es necesario dejarla.

Aun con la esperanza de conseguir querernos simple, es cierto que cada individuo, sea argumento que se quiera creer o no, está obsesionado con la miseria humana y por ello, créeme que, siempre terminaremos por rompernos en pedazos. Así que lo verdaderamente importante dentro de este argumento, antes de intentar siquiera empezar a querernos simple, es aprender a estar solos.

Pienso que asimilar la situación de estar solo con la ausencia de personas es erróneo, estar solos debe asemejarse con el hecho de estar con uno mismo, lo primordial es que al verse frente a una soledad insoportable no se busque la presencia de otros, en su lugar se debe comprender que la verdad es que no te soportas a ti mismo.




En este texto busco ayudar a un ser querido a sobrellevar la soledad, he pasado mucho tiempo intentando escribir algo que, así, como por arte de magia, desaparezca el vacío con el que está lidiando, pero hoy entendí que simplemente no puedo conseguir una manera, dentro de mí, que defina e ilumine como cada quien debe quererse.

Entendí, hoy, que aprender a soportarse uno mismo es una tarea de toda la vida.

viernes, 15 de julio de 2016

Romperme la cara

Sobrevivo en torno a pasiones reprimidas por miedo a un rechazo anunciado que me doy el gusto de precipitar, volviéndolo irrevocable.

Como necesitada de todo ese daño, como si ya no fuera suficiente.

Voy a lanzarme, voy a golpearme durísimo la cara contra el asfalto, ese asfalto desconocido que lleva tu nombre.

Aun así: te quiero, y voy a quererte siempre.

Te quiero tanto que al pensarte, a veces, siento que me sangra la nariz, y no voy a dejar de hacerlo hasta lograr llenar todas mis calles de este espeso líquido y por fin hundirme en él.


Sin ti.

martes, 28 de junio de 2016

Teoría absurda

El mes próximo cumpliré oficialmente diecinueve años, he estado viviendo diecinueve cortos años y cada día me incomoda un poco más la creencia de que antes de eso: de verdad no había nada. Me pregunto una y otra vez, ¿dónde estaba mi alma? ¿Qué ocupaba? Porque algo habría que ocupar.
Para tranquilizar los dilemas, cuando era aún más joven me inventé una teoría absurda, ésta planteaba la idea de que las moscas han de transportar almas en reposo. 
Sabes, me parece curioso que persigan la luz ignorando que les hace daño, al igual que nosotros al morir, según.
Me hace ruido el hecho de que vivan tan poco, da la impresión de que al ser tantas es necesario para el universo que se vayan como vengan, veloces.
También es sospechoso que se empeñen tanto, en ciertas ocasiones, para llamar la atención de uno. Como queriendo advertirnos.

Ordenando ideas, tal vez, y solo tal vez las moscas son el envase perfecto para depositar todas las almas ya fallecidas. 

Las moscas se mantendrán atraidas hacia la luz, creyendo religiosas que se trata del túnel más brillante y maravilloso que jamás hayan presenciado, esperando pacientes que a la siguiente vez que se estrellen contra él la puerta estará abierta y se acabará el dolor, sin saber que no existen tales puertas y el dolor ha aprendido a no ceder. Túneles hay miles y se tratan, en estos casos, de simples objetos mundanos iluminando los pisos fríos donde luego caen, soltando incluso un poco de humo para así dejarles creer que, después de todo, sí han logrado filtrarse, dando paso a la luz de un quirófano que ve nacer un nuevo ser.

Jamás se darán cuenta, las moscas, de que en la luz mueren, o renacen, es igual.

La necesidad de comunicarse

La duda de hoy dio vueltas en torno a la necesidad de comunicarse porque mi profesor de audiovisuales sugirió que no le parecía una necesidad vital, pero yo, con la mano en el corazón, juro que no podría vivir sin decirles a las personas que quiero: que las quiero.

martes, 19 de abril de 2016

Estar sola en la ciudad

De pronto, de un día para otro desconozco mis límites y comienzo a culminar acciones que no planeaba siquiera iniciar.

De pronto, de un día para otro, sin reconocerme me encuentro a mí misma dejando pasar la tarde sentada a las afueras de ese centro comercial del que siempre olvido el nombre, leyendo a Héctor Torres para invocar un recuerdo y tomando todos los jugos de guayaba que alcanzo a comprarme. 
Abandonando todas esas horas de luz, esperando que se hagan las seis y cuarto para que “no me maten de camino a casa” y llegar antes de que caiga la noche fría que valencia ofrece, ahora más fría que nunca teniendo tan presente tu ausencia.
Sí estoy triste, y las noches de valencia sí que son mucho más frías. Me abrazo fuerte y no funciona, es cierto. 

De pronto, de un día para otro.